Flexibilidad
Dos árboles uno grande el otro pequeño.
El primero impresionaba por su grueso tronco y sus ramas fuertes y tupidas.
El pequeño no llamaba la atención ni le importaba, el tenía solo una amiga que todos los días venía y le hablaba, lo abrazaba y con eso tenía suficiente.
El grande se burlaba de él y de la niña, pero eso tampoco le importaba.
Primavera |
Una noche un fuerte viento empezó a soplar y soplar, mientras el pequeño se inclinaba, se doblaba el grande se oponía al viento. El viento ganó la partida y el gran árbol apareció con sus raíces al aire y caído. El pequeño solo había perdido alguna rama y bastantes hojas, pero estaba vivo.
Imagen de internet. Huracán katrina |
Me gustaría ser como ese pequeño y discreto árbol. Flexible y humilde.
En lo pequeño hay TANTA BELLEZA y muchas veces...TANTA FUERZA. Un beso
ResponderEliminarY a mí.
ResponderEliminarUna vez el viento me truncó.
Besos.
Y lo eres¿Aún no te has dado cuenta,guerrera?
ResponderEliminarRegreso porque soy cabezota :)
Miles de besos corazón.
esta asturiana te da infinitas gracias por acariciar nuestros sentidos y emocionar nuestros sentimientos con la belleza y sensibilidad que desprenden tus letras. un besin muy muy grande.
ResponderEliminara mí también me gustaría!! desde peque que me gustan los árboles, me encanta la imagen de los árboles en primavera!!! un besote muy grandeeee y muy feliz tarde :)))
ResponderEliminarMuy hermoso, en próximas entradas te pondre árboles muy bonitos. Besitos.
ResponderEliminarBonita história!
ResponderEliminarA Primavera está muy cerca!
Rui Pires - OLHAR D'OURO
http://lamegoimage.blogspot.com/
Creo que en tu interior lo sos.
ResponderEliminarUn beso grande
Y a mi amiga y a mi.
ResponderEliminarBesitos.
Ah! que no te lo había dicho me gusta la nueva imagen
Hola querida amiga, es curioso todo esto de las serendípias, y de la interacción de las consciencias, antes cuando he ido a buscar al niño al instituto, y mientras atravesaba el parque, pensé en que uno de los arboles más grandes y más antiguos de Torrelavega se bamboleaba justo por el centro dando una contradictoria sensación de fragilidad, poco pasos más allá estaba otro muy chiquitín que no hace mucho que han plantado y pese a la lluvia y al viento se mantenía firme y orgullosamente bello.
ResponderEliminarRecuerdo que he pensado algo parecido a lo que intentas expresar en tu bello escrito.
Respecto a lo que me comentas de la cabecera del blog ahora no puedo, pero pronto te enviaré un procedimiento sencillísimo para moldees la de tu blog si quieres, ya verás que guapo te queda.
Un besazo amiga mía.
Cuanta más adversidad en el
ResponderEliminarcrecimiento,las raices más
se agarran a la tierra,
más preparado se hallará
ese árbol para agarrarse
en el futuro a la la vida.
Es una buena lección de
humildad y supervivencia.
Besos
Yo tambien desearía ser como el árbol pequeño. Muy buena historia, me ha encantado esta lección de vida.
ResponderEliminarUn abrazo querida Reina.
Buen jueves.
Andri
Precioso. Hay demasiado "árbol grande" por ahí.
ResponderEliminarBonito cuento.
ResponderEliminarSoy como el junco que se dobla pero siempre sigue en pie...
ResponderEliminarTu historia me ha recordado la canción "Resistiré" del Duo Dinámico, qu me encanta, como me ha encantado tu relato.
La flexibilidad y la humildad nos ayudan a adaptarnos mejor a las circunstancias.
ResponderEliminarBuena historia con gran moraleja.
Besazos!
¡Qué buena historia! Reina hay que dejarse abandonar al viento de la tormenta en vez de ofrecer tanta resistencia...cuando algo te supera quedaté a su sombra ¿no?. Un gran abrazo
ResponderEliminarLo somos Reina Linda lo somos , si no fuéramos ya estaríamos como el otro Árbol :)
ResponderEliminarTantas cosas que hemos vivido que seguro que somos como el Árbol pequeño
Muchos besos Reina querida ...
Mi querida Reina: Es un precioso cuento. Tengo más simpatía por las cosas que a simple vista parecen pequeñas pero son en realidad mucho más fuertes lo que pasa es que ellas mismas no se creen su fortaleza hasta que las circunstancias de la vida se lo demuestran.
ResponderEliminarBrisas y besos, mi niña.
Malena
Hola Reina!!
ResponderEliminarCreo que somos más como el pequeño árbol,nos doblegamos,según las circunstancias,nos amoldamos,y vamos ganando batallas,somos fuertes,por nuestra gran debilidad...nuestro amor y nuestro cariño,para los demás,eso es lo que nos hace invencibles ante cualquier adversidad.
Un abrazo cariño!!
Doblegarse sin romperse, perder una batalla pero ganar la guerra, quienes resisten retienen la oportunidad de contemplar otra mañana.
ResponderEliminarUn saludo
Bonita reflexión, amiga.Un árbol pequeño, simple pero fuerte que resiste a las tempestades.
ResponderEliminarQue tengas un lindo fin de semana.Un abrazo cariñoso !!
te gustaria ser el arbol pequeño,flexible y humilde.....
ResponderEliminar¿estás segura que no lo eres??
Mira que te conozco poco, pero me da el punto a que si.
Un abrazo.
Pd. la coincidencia de nombre y edad...
curioso,curioso no???
Flexible y humilde. Dos grandes cualidades. Me gustan. Un beso.
ResponderEliminarTal ves el pequeño no creció, porque se ocupo de fijar sus raices más profundas en la tierra. El mayor, buscando pavonearse a los ojos de los demás, olvido su base...
ResponderEliminarHermosa historia, da para pensar.
Un beso reinita.
mariarosa
Un cuento con moraleja: la soberbia se puede volver en contra nuestro. Hay que ser flexible para adaptarse a los cambios.
ResponderEliminarBEsos
Humildad y sencillez, yo también quiero aprender a ser como ese pequeño árbol y crecer.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo cielo y fuertes besos
muy lindo blog, si, siempre ser como el arbol flexible, siempre dejarse enseñar, saber que no la tenemos tan clara como la creemos...
ResponderEliminarDicen los orientales que hay que ser como el bambú: duro y resistente a todo, pero flexible, tanto que el viento lo dobla hasta el suelo, pero no lo quiebra...
ResponderEliminarNo por grande se resiste mejor los ataques de la vida.
ResponderEliminarUn beso.
me ha gustado tu pagina,esta especie de metáfora sobre el arbol viejo y el joven esta muy lindo... pero yo quiero ser viento...libertad....
ResponderEliminarsaludos desde Uruguay
comparto con el herrero, yo prefiero ser viento para acariciar rostros y hacerlos sentir la libertad o despedinar señoras después de la peluqueria jajaja
ResponderEliminarAh, pues yo creo que lo eres, aun sin conocerte apenas.
ResponderEliminarMe ha recordado al dicho de: "Los últimos serán los primeros", jaja.
Bueno, yo creo que cada uno hemos nacido con una misión, con una capacidad, con un lugar propio, igual que en la naturaleza, cada especie, cada árbol, cada vegetal, tiene su razón de existir. Nada sobra. Es un engranaje perfecto. Lo que ocurre es que nuestra cabeza es muy pequeñita y muchas veces no lo entiende, nos sobrepasa.
Un besico.