miércoles, 22 de noviembre de 2023

Recuerdo, 23/11/2003

 El 23 de Noviembre de 2003 la vida me dio un puñetazo que me tumbó . Uno mas de los muchos que ya había sufrido. Ese día está claro en mi mente como si fuera ayer. Sobre todo recuerdo el frio que hacía en los pasillos del hospital clínico de Barcelona. Camino de la infernal maquina   de resonancia, semi-desnuda, tapada con una sabana. El sonido horrendo del sitio, los médicos que me saludaban solo son muñecos con bata blanca. Las tres horas  (esto lo supe después) que estuve ahí dentro . 

Toda esta perorata para decir que llevo veinte años en silla de ruedas. No es como para celebrarlo, pero si recordar que en segundos toda tu vida se derrumba.... Nada, hay que construir otra como sea . Aquí estoy deseando que ese día  hubiera sido mi corazón el que fallara  y no mi medula. 

Besos.

R, M 

5 comentarios:

  1. Dios Concha! No sabes la alegría que me dio ver que habías publicado después de tantísimo tiempo sin hacerlo y ahora que te he leído, me he quedado mirando la pantalla pensando… ¡qué te digo! Solo una cosa, por estúpida que suene, si aquel día en lugar de tu médula te hubiera fallado el corazón, ahora no estaría aquí escribiéndote, no sabría de tu existencia, no tendría la suerte de saber que hay alguien que lleva peleando con la vida durante los últimos 20 años y ahí sigue, como una jabata y solo por eso tienes toda mi admiración, no de vale nada, lo sé, no te ayudan lo más mínimo estas palabras, pero a mi las tuyas, sí. Así que mil gracias por ellas. Un beso enorme y ¿ sabes qué más? me alegro muchísimo que ese 23 de Noviembre del año 2003 tu corazón aguantara porque como tú, es grande y fuerte. Cuídate mucho!

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  2. No sé ni qué decir.
    Creo que solo tú puedes opinar sobre lo que te pasó.
    Yo me alegro de que estés viva, eso sí.

    Besos.

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  3. Veinte años ya, y por lo que te leo, sigue doliendo enormemente.
    Te mando un cálido abrazo.

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  4. Hola reina,que puedo decirte solo puedo decirte que lo siento en el alma que estés en una silla de ruedas, pero quiero pensar que estás bien de brazos y manos y como veo tienes una mente despierta. Y por eso puedes hacer muchas cositas. No pares quieta aunque sea en una silla de ruedas y nunca pierdas la esperanza de que a lo mejor un día cualquiera aparece un medicamento que lo cure la medicina avanza a pasos de gigante.
    Te dejo mi abrazo y toda mi fuerza para tirar adelante.

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  5. Reina, no puedo más que enviarte un abrazo inmenso porque cualquier palabra queda hueca. Toda la fuerza y la energía necesaria para continuar.
    Besitos

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