miércoles, 19 de junio de 2013

Carta a los turistas

Voy a dejar a nuestra amiga Marina viviendo en ´´los mundos de yupi`` para escribir una carta. Ella volverá,,esos mundos que menciono no duran mucho.


Queridos turistas:
Venid a España a tomar el sol, sangría mala,cerveza ,o lo que se os ocurra, bebed hasta caer tumbados. Si esto ultimo ocurre no preocuparse, aquí ponemos a vuestra disposición ambulancias que os llevarán a un hospital donde os cuidaran bien. No preocuparos por esas hipotéticas personas que puedan morir mientras esperan la ambulancia,  quizás solas en su casa.
Lo dicho visitadnos; haced todo aquello que no hacéis en vuestros propios países por miedo a ser criticados o directamente os prohíban en vuestros hogares (no,no estoy hablando de falta de libertad). Porque supongo que en el resto de la Europa rica  (incluso la pobre) no está bien visto orinar en el primer sitio que a cada uno le salga de las narices; sí queridos turistas aquí también tenemos sitios expresamente para tal fin, para vomitar también. Por cierto; aquí podéis pillar un´´ colocon`` monumental por poquísimos euros. Si es vuestro gusto colocaros con otras sustancias también podéis comprarlas en vuestro propio idioma , o alguno similar, y en español      por supuesto, esto ultimo con cautela. La policía de aquí está un poco ocupada como verán por la prensa, pero aun así no es legal .
Pero, después de todas las maravillas que describo tengo que avisaros; no busquéis un camarero que no vaya con bermudas, tatuado, con chanclas... bueno claro que después de un rato se olvida. Tampoco preguntéis donde  está la justicia,  esta ha desaparecido. Tenemos jueces, tribunales, incluso un tribunal constitucional, pero no engañarse, que solo es para no tener mas paro y para disimular un poco.
¡¡¡Ojo los Alemanes!!! lo digo porque pueden hacer con vosotros lo que no hacemos con los que nos desgobiernan .
Atte.
Una amiga

lunes, 3 de junio de 2013

Sigo con el relato; Pesadilla

Pesadilla
Sentía los golpes del cinturón, la respiración agitada del monstruo. Todo se confundía. Su madre diciéndole – vuelve a casa, aguanta. Otra vez su madre intentando curarla, ella lanzándole un libro, el vaso  de agua… Qué hacía ahí? Quería  salir de la pesadilla, pero seguía viéndolo todo. Por fin se despertó y salió al balcón, respiró profundamente varias veces antes de conseguir escuchar  el canto de los pájaros, a sus ´´caseros`` alimentando los animales…  Todo eso junto con una ducha fría; consiguió  calmarla  lo suficiente como para ir a tomar café y charlar con su ´´casera`` y casi se podría decir que amiga.  Se enteró que el marido se había ido a Galicia, y ella estaba esperando dar a luz de un momento a otro; no solo eso, también que iba tener el niño en casa. La cara que debió poner provocó las carcajadas de su amiga- Si mi madre y mi abuela junto con otras muchas, han tenido varios, por qué yo no!!!???
Eso ¿Por qué no? Si ella creía que podía, es que podía.
Esa noche hubo cena de mujeres: Liliana, la que esperaba niño, Clara: mujer increíblemente fuerte y trabajadora; con un niño simpático, curioso.
Ella: Marina y Lilli hija de Liliana, que tenía que desplazarse 50KM para ir a la escuela. La vida en el pueblo no es tan ideal como la pintan los que viven en la ciudad y ven el campo como  el paraíso.  Para ella sí lo era, no tenía hijos ni obligaciones, nada que la retuviera en ningún sitio  y además tenía dinero. Todavía recordaba el día de su llegada; nieve, frio e incomunicados dos días. Pensándolo  bien había tenido mucha suerte en esa ocasión.
En la cena hubo de todo, vino (menos la embarazada y  LILI), confesiones, lagrimas, cotilleo  sin malicia. Ahí se dio cuenta de que no existe la vida privada, todo es público. Cosa que también tiene compensaciones; los habitantes de esa aldea le habían demostrado más cariño e interés que el que creía haber recibido de su madre. Era consciente que este pensamiento era exagerado, pero aún estaba abierta la herida y estaría siempre ahí, sangraría a la menor ocasión, pero ya no era mortal, solo una molestia. Amaneció con la sensación de que quizás  había hablado demasiado. Unos toques en su puerta la hicieron dejar de pensar en lo que no tenía remedio y no era importante en ese momento. Una nueva vida estaba a punto de asomar y ella estaría allí; aunque solo fuera como cuidadora de un niño que te hacía olvidar todo con su charla y continuas preguntas. Le gustaba estar con él, aunque en esta ocasión era un poco más complicado por sus preguntas sobre el bebé que vendría. Como salía el niño?  Ay,ay! Y ahora qué? – Mira Diego, él bebe tiene que abrir una puerta muy pequeña y cuesta un poco… Bla,bla. Charla y más charla para distraerlo. Disfrutó de un picnic y una siesta al sol con un hombrecito  en ´´miniatura``; le gustó la experiencia, pero ya era de volver a casa antes de que cayera rendido, o cayera ella; era incansable…
Cuando llegaron a casa Henrique había llegado al mundo, sano, hermoso y fuerte. El padre  de camino sin saber nada todavía, sería una gran alegría  para él y para todo el pueblo.


Mis disculpas lo mío no es la escritura, pero me entretengo.
Besos
R.M.