domingo, 2 de febrero de 2014

Un lugar en el mundo

Marina creía haber encontrado su lugar en el mundo; en ese rincón casi olvidado, ese era su sitio.  Antes de instalarse definitivamente tenía que acabar con su vida pasada, enfrentarse al ´´monstruo``, divorciarse y no solo eso, tenía que mirar al´´ monstruo`` a los ojos. Cuando anunció  sus intenciones a sus amigas y vecinas; Liliana y Clara la miraron con sorpresa y una cierta preocupación…
Esa noche su vieja pesadilla volvió  y la hizo plantearse si valía la pena lo que pensaba hacer. Lo haría, encontraría el valor. El papeleo ya estaba en marcha. Decidió que al día siguiente se marcharía para volver pronto, esperaba.
Se despidió de los niños, el bebe (casi un año) Henrique y Diego, este preguntó si le traería un coche cuando volviera. Lili fue más difícil, no creía en su vuelta, la convenció  a medias…

Antes de irse dio un paseo por el pueblo, para ver si realmente podría comprar una casa en ese lugar remoto y solitario… Bien en este momento no parecía muy  solitario…   muchas personas que estaban fuera del país, o mismo en Portugal; Volvían a casa unos días para las matanzas; lo de la matanza del cerdo se lo iba a ahorrar y no le importaría comer después los chorizos. Ver como mataban un cerdo no debía ser agradable…
Estaba decidido se compraría  la casa; casa que era una ruina, la reconstruiría  y la huerta era una maravilla.  Claro que esa maravilla tenía mucho trabajo antes de pensar en comer tomates de su huerta!!!
Emprendió viaje  antes de amanecer, disfrutando de la soledad. De pronto unas luces la deslumbran, frena bruscamente y queda a centímetros del muro que bordea el camino. Quién es el imbécil que circula por el medio de la calle a esa velocidad. Además está  ciego por lo visto.
Antes de darle tiempo a reaccionar el ´´cegato`` sale del coche  gritando insultos sin sentido, ella solo lo manda a la mierda…
Da marcha atrás y sale zumbando enseñando el dedo corazón al ´´cegato``. Se para después de unos cuantos kilómetros, sale del coche, el aire helado la espabila. Se pregunta ¿Cómo se va a enfrentar al monstruo, si unos gritos la asustaron  tanto?